Sufren delitos repartidores de comida en México
Accidentes, secuestros y asesinatos lo que sufren los repartidores en México, tras aumento de trabajo por pandemia
México.- Decenas de accidentes mortales, secuestros y hasta asesinatos, es lo que sufren los repartidores de aplicaciones de comida en Ciudad de México. Por lo que se unieron para reclamar, al igual que sus colegas en otros países, sus derechos laborales ante las plataformas de servicios, adaptando su lucha a los peligros propios de la capital mexicana.
Mientras en Europa se aprestan a discutir una propuesta que reconozca los derechos de trabajadores de plataformas como Uber, Didi, Deliveroo, seis iniciativas introducidas en el Congreso mexicano no terminan de avanzar.
Las propuestas buscan que tanto repartidores como conductores sean reconocidos como trabajadores para que gocen de derechos plenos, como seguridad social, vacaciones y aguinaldo, mientras que las firmas serían catalogadas como empleadoras con todas las obligaciones que ello implica.
Al menos unas 500 mil personas trabajan informalmente en México como taxistas o repartidores en estas plataformas digitales, estimó en octubre el Instituto Mexicano del Seguro Social.
En cuestión de horas, “Ni un repartidor menos”, colectivo creado por los trabajadores del gremio, sumaron la víctima 57, documentada con imágenes. Como ocurre con este tipo de reivindicaciones, es difícil confirmar las cifras de fuente independiente.
La capital de México es una ciudad peligrosa para andar en dos ruedas pese a que se han trazado carriles exclusivos para bicicletas en distintas zonas.
Prueba de ello es que el pasado domingo un conductor alcoholizado arrolló a un veintenar de ciclistas que iban en peregrinación a la Basílica de Guadalupe.
El colectivo denunció el atropellamiento con el apoyo de impresionantes imágenes del momento, difundidas ampliamente por medios locales.
Una docena de ciclistas tuvieron que ser hospitalizados y el conductor y su acompañante fueron detenidos.
“Ni un repartidor menos”, de reciente creación, ha realizado distintas movilizaciones, como un plantón ante el Palacio Nacional, sede del gobierno federal, y un memorial en honor de Miguel Albarrán, repartidor de 30 años quién perdió la vida en un accidente de tránsito cerca del museo de Frida-Kahlo, en el sur.
El conductor que lo arrolló estaba alcoholizado, denuncia Gómez ante un mochila blanca atada a un árbol. “Esto no puede quedar impune”, reclama.
Otros peligros amenazan a los repartidores de esta caótica ciudad en la que viven entre nueve y diez millones de habitantes y el doble si se suman municipios metropolitanos.
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