Soter: ¿El cártel de la Cuauhtémoc de vacaciones?
Soter es la personificación de la seguridad, la conservación y la liberación de cualquier daño.
Por Sergio Noble
El 1 de septiembre de 2021, Sandra Cuevas, protestó como Alcaldesa en Cuauhtémoc, lo que quiere decir que tiene poco más de un año en el cargo, y ya pidió licencia para separarse de la responsabilidad que asumió. Prometió que la Cuauhtémoc sería la mejor alcaldía de la capital del país. Esto no ha sido así.
Sin embargo, Cuevas acaba de pedir licencia por un tiempo “no mayor” a 15 días a partir del pasado lunes 12 que el Congreso de la CDMX autorizó, según informó el martes pasado el portal de la revista Proceso.
Es muy común que en su encuentro con vecinos de la demarcación repita que le gusta hacer bien su trabajo, y que labora de tiempo completo sin descuidar el territorio. Sin embargo, Sandra Cuevas, se especula en el edificio de la ex delegación, salió del país pues dicen que es muy recurrente que deje el territorio nacional y esta vez para celebrar las navidades en EU. Aseguran que desde que tomó posesión como alcaldesa, en septiembre del año pasado viajó, al menos, tres veces a allá.
Esta es la segunda vez en un año, dos meses que lleva como alcaldesa que se separa del cargo. La primera fue en marzo pasado cuando fue suspendida temporalmente por un juez de control, luego de que fue acusada de abuso de autoridad, robo y discriminación por parte de tres policías. En este tiempo ha estado inmersa de un escándalo en otro.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) le hizo observaciones por la aplicación de casi 122 millones de pesos en la alcaldía durante el ejercicio fiscal 2021; a pesar de esto, ella niega daño al erario.
Se le recuerda aventando pelotas a personas en un mitin en la explanada de la alcaldía con billetes de 500 pesos, como “recompensa” a locatarios de mercados públicos a quienes llevaron a la fuerza para contra restar la presencia de empleados de la alcaldía que iban a protestar contra la funcionaria, hecho que se calificó de “indignante”.
Varios de estos trabajadores han señalado que ella está vinculada a grupos delincuenciales, particularmente al Cártel de Tepito. Pocos meses después de haberse sentado en la silla de gobierno, más de 30 funcionarios de diversos niveles que llegaron con ella, “huyeron” prácticamente, y es que éstos se percataron de los “peligros” que les podía significar para sus vidas, porque intuyeron que tenían que colaborar con la mafia en la Cuauhtémoc.
Según trabajadores, el “sistema de aviadores” como ellos le llaman, “está funcionando a todo vuelo”. Dicen que las responsabilidades de varias áreas recaen sólo en unos cuantos directores y subdirectores quienes hacen la chamba, porque los otros sólo van a firmar documentos cuando se le llama; cobran “sus” salarios pero “otra parte la tienen que entregar a alguien” que suponen es cercana a Cuevas.
Evidentemente hay quienes se preguntan a qué hora trabaja, si se dedica a chocar a toda hora y con todo mundo. Durante una comparecencia virtual ante la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso de la Ciudad de México, Cuevas abandonó el encuentro porque le pidieron llamar a los legisladores por su nombre y no por número como lo hizo a manera de provocación.
Quienes en los últimos meses han ido de compras a Tepito, se han encontrado que varias de sus calles que estaban en pésimas condiciones, hoy están bien pavimentadas, como Aztecas, González Ortega, Rivero, La Rinconada, entre otras; además los puestos tubulares son nuevos.
Algunos comerciantes tienen serias dudas de la “buena acción” de la alcaldesa. Dicen tener fuertes temores “de cuáles serán los costos por esas obras, no los económicos, sino el costo de estar amarrados a los intereses de Sandra”.
Quienes han vivido toda su vida en Tepito la califican de “farsante” pues ella, afirma, se hizo en el barrio, que sus papás son comerciantes ahí y que convivió con los tepiteños. De esto, refutan: “Nunca ha vivido aquí; es cuestión de ponerla a vender, a gritar, ¡bara!, ¡bara!, y no sabe porque se empioja; no sabe qué son las migas ni cómo se preparan”, ejemplificaron.
Sandra Cuevas prometió trabajar de tiempo completo. No lo ha hecho. Se dedica a otros menesteres como aparecer en revistas en las que se paga por salir allí como en “Líderes”; tapiza con mantas monumentales de su imagen los edificios de Tlatelolco o las calles de la alcaldía, una forma de promoción personal clara que está prohibida por la ley.
El día que asumió la responsabilidad de gobierno, puso una alfombra roja para su llegada “triunfal” a las oficinas. Hecho que fue calificado de grotesco. Ordenó pintar todos los rótulos e imágenes de puestos callejeros, o mandar a borrar con pintura un mural del mercado Juárez, y que ante la avalancha de críticas, negó haber dado la orden, claro responsabilizó a los trabajadores que ejecutaron la acción que lo hicieron por órdenes superiores y no por iniciativa de ellos.
Todavía no ha recorrido ni la mitad de su mandato y la alcaldesa abandona, por “un rato”, dice, su responsabilidad; desatiende sus funciones, deja en otro la responsabilidad de atender a una de las alcaldías más importantes económicamente; el centro político del país, la de mayor población flotante.
La licencia que solicitó Sandra Cuevas muestra la poca importancia que le da a la Cuauhtémoc y a su población, pero como dicen los empleados, “más bien la usa como una suerte de su cártel personal”.
El jueves 14, en un comunicado de la Alcaldía, el 222, se da cuenta de actividades de Cuevas donde se informa que asistió a la Casa del Migrante en Tijuana, y se refieren a ella como “Alcaldesa” y resaltan su preocupación por los derechos humanos de los migrantes.
Formalmente ella no es la alcaldesa, hay un encargado de despacho, José Guadalupe Medina Romero. Entonces, ¿por qué se dan a conocer actividades públicas de ella si pidió licencia? Otra: Si en estos 15 meses de gobierno ha salido al menos tres veces del país sin haber pedido licencia, ¿porque esta vez sí la pidió? ¿Está de vacaciones o qué?
¡A qué doña Sandra, le gusta meterse en honduras!
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Las opiniones aquí plasmadas son responsabilidad de quien las escribe, no necesariamente reflejan la ideología del medio.
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