Monitorean calidad del agua en áreas naturales protegidas

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El monitoreo del agua se realiza en la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Ciucatlán, la Sierra Gorda en Querétaro y el Río Filobobos

Redacción: Pixel Media 4.0

México.- Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) estudian la calidad del agua con caracoles, crustáceos, larvas, escarabajos, chinches, mariposas, cucarachas de agua, libélulas, moscas y mosquitos (macroinvertebrados acuáticos) que funcionan como indicadores biológicos, en tres áreas naturales protegidas (ANP) del país.

Estos estudios son para obtener información sobre las condiciones de los acuíferos, identificar los efectos del cambio climático y evaluar el impacto de los asentamientos humanos en estas regiones.

Mediante un comunicado, el IPN dijo que el equipo de expertos está integrado por Eugenia López López, Jefa del Laboratorio de Evaluación de la Salud de los Ecosistemas Acuáticos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), Unidad Santo Tomás y Jacinto Elías Sedeño Díaz, investigador de la Coordinación Politécnica para la Sustentabilidad del IPN.

Los especialistas dijeron que los macroinvertebrados son organismos que habitan en los cuerpos de agua y se pueden utilizar como indicadores en diferentes intervalos de tolerancia a la contaminación de su hábitat.

Los¿Cómo son los estudios?

Los expertos del Politécnico se enfocan en tres áreas nacionales protegidas: la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Ciucatlán en los estados de Puebla y Oaxaca, la Sierra Gorda en Querétaro (también reconocida como reserva de la biósfera) y el Río Filobobos y su entorno, área natural protegida de competencia estatal en Veracruz.

Los especialistas señalaron que a nivel internacional (particularmente en los países de la Unión Europea) los macroinvertebrados se utilizan como sensores que indican la calidad del agua de los ríos, mientras que en México solamente se evalúan algunos parámetros físico-químicos que resultan más costosos.

Subrayaron que para el caso de México estos procedimientos resultan insuficientes, porque en el territorio nacional existen modificaciones en el uso del suelo, procesos de desertificación o sustitución muy acentuada para realizar actividades agrícolas y además se ignora el impacto sobre la calidad del agua y su biodiversidad.